Los juegos de mesa Reimwood están pensados para todo el mundo. Son fáciles y rápidos de aprender, amenos y divertidos.

Su diseño está enfocado a un público más adulto que los valore no sólo por su entretenimiento, sino también por la calidad de sus materiales, su acabado artesanal, único y original. Sin embargo, en su concepción se ha tenido en cuenta la importancia del ocio como lazo familiar, por lo que son perfectamente recomendables para jugar también con niños y personas mayores.

 

Para poder escoger mejor, cada modelo viene identificado con los siguientes iconos:

bebés no   Juego no apto para menores de 3 años; generalmente, por contener piezas pequeñas.

edad 11+  Indica la edad mínima recomendada para jugar.

nº jugadores 2-4 Indica el mínimo y máximo número de jugadores.

tiempo 10′ Es la duración media de una partida en minutos (´) u horas (h).

estrategia-azar-competitividad Mide tres características fundamentales de cualquier juego en cuatro niveles: nulo (sector en blanco), bajo, medio o alto (sector en negro).

  • estrategia El nivel de estrategia: elige un juego de estrategia alta si te gustan los retos.
  • azar El nivel de azar: elige un juego con el azar alto si prefieres que la suerte influya más que las decisiones de los jugadores.
  • competitividad El nivel de competividad: elige un juego altamente competitivo o, si lo prefieres, uno colaborativo (nivel nulo).

Ejemplos comparativos con juegos clásicos:

  • El ajedrez es un juego de mucha estrategia y altamente competitivo, ya que sólo se puede ganar matando al rey del adversario. Este sería su icono de clasificación:

estrategia-azar-competitividad

  • En el parchís, en cambio, la estrategia es poca, ya que el azar decide la mayoría de las jugadas, mientras que la competividad es media, porque te beneficias de comerte las fichas de los demás. Este sería su icono de clasificación:

 estrategia-azar-competitividad

Estos niveles son relativos, no absolutos. Esto quiere decir que un juego con un nivel alto de estrategia no tiene por qué serlo tanto como el ajedrez. Simplemente, implica que la presencia de este «ingrediente» en el juego es muy importante.